Para ser una persona fuerte a nivel emocional hay que tener algo
muy claro e interiorizado y es que las cosas nos van a afectar en la medida en
la que nosotros les otorguemos ese poder.
Es decir, ni las personas, ni los hechos tienen capacidad
para dañarnos pues no existe una relación directa entre acontecimientos
externos y mis emociones. Si yo estoy bien o estoy mal anímicamente, siempre es
por lo que me estoy diciendo en ese momento.